QIMA. Oportunidades socioeconómicas sostenibles para mujeres y jóvenes, tunecinos y migrantes, de las Gobernaciones de Médenine y Sfax .

Lugar: República Tunecina, Gobernaciones de Médenine y Sfax

Inicio: 1 de marzo de 2023

Duración: 4 años (48 meses)

Co-financiador: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)

Socio local: Tunisian Association for Management and Social Stability (TAMSS), Association Enfants de la Lune de Médenine (ALEM)

Contexto

Túnez es un país de renta media, con una población de 11 millones de habitantes y edad media de 32.4 años. La tasa de desempleo nacional es 18,4% y 42,8% entre los jóvenes de 15-24 años, que tienen enormes dificultades para generar ingresos o medios de vida necesarios para subsistir Este contexto provoca una vulneración permanente de los derechos de la población: el derecho a nivel de vida adecuado y medios de subsistencia; el derecho a la igualdad de género y no discriminación; el derecho a la educación; el derecho al trabajo, particularmente, el derecho a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias; los derechos a los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones; y el derecho a un medioambiente limpio, saludable y sostenible. 

A pesar de contar con potencial agrícola, las cadenas de valor en Túnez están escasamente desarrolladas y no generan un alto valor añadido. Médenine y Sfax poseen productos con posibilidades de explotación como el higo, el higo chumbo, el albaricoque, la almendra y otros productos de la tierra, cuyo potencial se desaprovecha debido a la escasa incorporación de innovación tecnológica en los procesos de producción, al desconocimiento de procedimientos eficientes y medioambientalmente sostenibles, a la limitada transformación y generación de productos derivados, a las dificultades para la comercialización y a la ausencia de alianzas y de colaboración entre actores que promuevan las oportunidades de desarrollo de estos productos. 

El análisis de género realizado muestra que, aunque Túnez posee un marco legal muy avanzado en materia de género y derechos humanos, las normas sociales conservadoras mantienen los roles patriarcales de género. Aunque tienen niveles de educación similares a los hombres, las mujeres representan solo el 25% de la fuerza laboral y enfrentan el doble de desempleo. Las trabajadoras rurales son especialmente vulnerables: mientras los hombres vigilan, conducen tractores o transportan cajas, ellas cosechan soportando duras condiciones de trabajo, graves problemas de salud, sin cobertura social y condicionadas por el clima para obtener ingresos (su salario diario ronda los 10 dinares – 4€).

Finalmente, Médenine posee una extensa población migrante debido a su proximidad con la frontera libia. Túnez carece de una estrategia nacional efectiva para la gestión de la migración y las personas migrantes tienen dificultades para regularizar su situación o retornar a sus países. Sufren vulneraciones a nivel económico, social y por su diversidad cultural. Desde un análisis de interseccionalidad se ve cómo sus derechos son aún más vulnerados a medida que aumentan sus capas de vulnerabilidad: migrante, mujer, racializada, con escasos recursos. 

Objetivo

Promover oportunidades socioeconómicas para mujeres y jóvenes vulnerables, tunecinos y migrantes, a través de la consecución de tres objetivos específicos:

1) La aportación innovadora a las cadenas de valor;

2) El fortalecimiento de las potencialidades generadoras de medios de vida;

3) La integración social y económica de personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo.

El proyecto

“QIMA” (valor, en árabe) contribuirá a la reducción de la vulnerabilidad socioeconómica de mujeres y jóvenes, tunecinos y migrantes, en las gobernaciones de Médenine y Sfax. 

Las mujeres – tradicionalmente relegadas – reforzarán sus capacidades de liderazgo y emprendimiento. 

Los jóvenes – potenciales migrantes – se beneficiarán del valor añadido de las cadenas de valor a través de la generación de nuevos productos medioambientalmente sostenibles y del apoyo a la comercialización. 

Las personas migrantes – en muchos casos mujeres víctimas de abusos y exclusión – encontrarán una atención básica jurídica, sanitaria y psicosocial y recibirán formación para su inserción social y profesional, en un contexto que promoverá la articulación entre actores y el establecimiento de lazos y mecanismos duraderos.

Beneficiarios/as

El colectivo meta de la intervención asciende a 2.518 personas:

  • 195 mujeres rurales, entre 18 y 65 años, que enfrentan enormes dificultades para acceder a un empleo o que trabajan en el campo en situaciones de precariedad;
  • 140 mujeres emprendedoras, con formación básica, pero con carencia de conocimiento específico para iniciar un emprendimiento;
  • 105 jóvenes, entre 18 y 35 años, que se encuentran en situación de desempleo;
  • 100 jóvenes emprendedores, entre 18 y 35 años, que carecen de los conocimientos y herramientas prácticas para generar los medios de vida necesarios;
  • 315 personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo (65% mujeres), entre 15 y 65 años, de las cuales un 65% de mujeres, la mayoría de origen subsahariano. Éstas se encuentran en tránsito hacia Europa o bien asentadas en Médenine pero con problemas para regularizar su situación administrativa, con carencia de acceso a servicios de base y limitadas oportunidades profesionales;
  • 360 personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, que carecen de lazos comunitarios y redes de apoyo en el país;
  • 120 personas tunecinas que cohabitan con población migrante y que resultan claves para asegurar una buena convivencia.


Sectores de actuación