Mujeres del sur de Mauritania fortalecen su autonomía socioeconómica para hacer frente a las crisis crónicas nutricionales en el contexto COVID-19 

Lugar: República Islámica de Mauritania, Departamentos de Boghé y Bababé 

Inicio: 14 de febrero de 2022

Duración: 2 años (24 meses) 

Co-financiador: Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID)

Socio local: Asociación Mauritana para el Autodesarrollo.

Contexto

Mauritania ha experimentado en los últimos años un aumento en las desigualdades comunitarias y de género existentes, como son el acceso desigual y discriminatorio, especialmente para mujeres y jóvenes, a activos productivos claves (crédito y financiación, la tierra, etc.), a la información, la participación y los procesos de rendición de cuentas. Junto a ello, debemos destacar un retroceso en materia de garantía de derechos humanos en los últimos años, especialmente en cuestiones de gobernabilidad política y democrática, como la esclavitud, el reparto del poder y la riqueza entre las diferentes comunidades, así como en relación al respeto a las instituciones. 

A su vez, el derecho fundamental a la alimentación sigue sin recibir el soporte esperado desde las instituciones públicas, como es el apoyo a los pequeños productores (acceso a insumos de calidad y a los créditos), y, de forma relevante, el bajo presupuesto dedicado a la inversión agrícola. Sin embargo, el país sigue importando alrededor del 70% de sus necesidades alimentarias.  

La agricultura, que en Mauritania representa el 21% de los puestos de trabajo, tiene una muy baja productividad y depende, en gran medida, de los peligros climáticos. El 50% de la agricultura es de secano, por lo que el rendimiento de los cultivos puede variar mucho de un año a otro, dependiendo de las precipitaciones. El 28% de esta tierra se cultiva a través de los sistemas de decrecida (con el uso de los recursos del río), lo que la hace aún más dependiente del flujo de agua. El valle del río Senegal, en particular la región de Brakna, es una de las cuatro zonas agrícolas del país, donde se desarrollan, principalmente, los cultivos de secano y la ganadería.  

Los desafíos a los que se enfrenta la población agrícola de la Región de Brakna son numerosos. Además de la dependencia de las amenazas climáticas (sequías recurrentes), debemos señalar la gran superficie árida que conforma el país, el grave proceso de desertificación y el fuerte crecimiento demográfico, así como la falta de financiamiento e inversión en agricultura familiar y en la adaptación al cambio climático. A su vez, predominan las explotaciones agrícolas familiares (lo que significa una débil profesionalización del sector) y la baja calidad de la formación y el asesoramiento en este ámbito de la economía. En consecuencia, el cultivo de cereales cubre únicamente el 30% de la demanda interna. 

El sector agrícola experimenta enormes dificultades, que incluyen: infraestructura agrícola subdesarrollada, control deficiente sobre la gestión del agua, el acaparamiento de tierras agrícolas y pastorales de pequeños productores en favor de la agroindustria nacional y extranjera, baja capacidad de absorción de los sistemas agrícolas tradicionales a los efectos climáticos y a las crisis económicas, y de adaptación al cambio climático progresivo (y desertificación progresiva). La marginación que sufren los pequeños productores (mujeres y jóvenes en particular) en relación a su integración en los sistemas productivos agrícolas supone un acceso deficiente a oportunidades de empleo, así como un obstáculo para superar la inseguridad alimentaria y nutricional de poblaciones más vulnerables. 

Objetivo

Este proyecto tiene como objetivo intervenir en 3 municipios de la Región de Brakna con potencial agropastoral, pero afectados por los efectos del cambio climático (CC), la degradación de los recursos naturales y el deterioro de la economía local. 

Además, pretende contribuir a la autonomía económica y social de las mujeres vulnerables de zonas rurales para superar las crisis crónicas de seguridad nutricional en el contexto generado por el COVID 19.  

El proyecto

El proyecto está dirigido a la autonomización económica y social de 1.214 mujeres vulnerables de la Región de Brakna (Mauritania), organizadas en 12 cooperativas de 3 municipios rurales (Boghé, Airé Mbar y Bababé) y pertenecientes a 2 departamentos (Boghé y Bababé), para superar la crisis producida por el COVID-19 y las crisis crónicas de seguridad nutricional en la Región de Brakna (Mauritania) por medio de la mejora de las capacidades de la producción agrícola de cultivos de alto valor nutricional, el fortalecimiento en la gestión de actividades generadoras de ingresos de las cooperativas, la comercialización de su producción en condiciones favorables, y, por último, favoreciendo mejoras en las dietas y adoptando hábitos nutricionales adecuados en su alimentación, con la incorporación de alimentos de alto valor nutritivo. 

Beneficiarios/as

1.214 mujeres. 

Sectores de actuación