Modelos de innovación tecnológica para la producción sostenible y resiliente de alimentos en Níger para superar la crisis del Covid-19   

Lugar: República del Níger, Región de Maradí 

Inicio: 15 de febrero de 2021

Duración: 18 meses

Co-financiador: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)

Socio local: Appui au Développement Local (ADL).  

Contexto

Níger es uno de los países más pobres del mundo. En el recientemente informe publicado por el PNUD “Informe sobre Desarrollo Humano 2021/2022”, se señala que el Índice de Desarrollo Humano de Níger es de 0,40 puntos, lo que le sitúa en el puesto 189 de los 191 países que forman parte del análisis, siendo la región de Maradí la que viene registrando un IDH más bajo dentro del país.  

El ingreso promedio per cápita de Maradí es el más bajo del país, en gran medida como resultado de la abundancia de mano de obra no calificada. En el plano económico hay que destacar que Maradí es la región del país con mayor potencial comercializador por su cercanía con Nigeria. Aun así, en la región se dan altas tasas de desempleo y subempleo, especialmente entre los jóvenes, lo que provoca una frágil situación de la mujer frente al mercado laboral, importantes dificultades para la generación de ingresos y un limitado acceso de la mujer a la tierra.  

Asimismo, en la región de Maradí la economía es esencialmente agro-pastoral: el 94% de los hogares tiene como actividad principal la agricultura y a esta actividad se dedica aproximadamente el 80% de la población, según datos del PNUD. La agricultura está dominada por la producción de mijo, sorgo, judía (niébé) y cacahuetes. Otras producciones vinculadas a la horticultura son cebolla, tomate, lechuga, sandía, repollo, pimienta, patata, calabacín, melón, y mandioca.  

Sin embargo, la agricultura practicada sigue teniendo un carácter rudimentario, un tipo de agricultura de subsistencia, donde los campos se trabajan manualmente y sin regadío, lo que resulta en una baja producción, con poco o ningún superávit ni valor añadido para los agricultores.  

En términos medio ambientales, debemos destacar que las sequías, el aumento de la presión demográfica y la desertificación son parte de un deterioro acelerado del medio ambiente en Níger y de la Región de Maradí, lo que influye directamente a la situación de la seguridad alimentaria 

Objetivo

Contribuir a garantizar la seguridad alimentaria como respuesta a la crisis del Covid-19 e impulsar y aplicar un modelo de innovación tecnológica para la producción de alimentos en Níger. 

El proyecto

El proyecto está dirigido a implementar una solución innovadora que permita impulsar modelos de producción resiliente y sostenible de alimentos que garanticen la seguridad alimentaria a la población más vulnerable, con una atención especial a aquellas personas que hayan sufrido impactos negativos producidos por la crisis del Covid-19.  

Para ello, el proyecto cuenta con tres estrategias de carácter complementario: 

  1. La puesta en marcha de una alianza multiactor para la producción resiliente de alimentos, en el marco de las políticas de recuperación ambiental; 
  1. El refuerzo de las capacidades de los actores nigerinos para implementar la tecnología innovadora de forma adecuada y sostenible; 
  1. El fortalecimiento de las cooperativas agrícolas para aplicar el modelo de innovación tecnológica y aumentar la producción en sus cultivos. 

Beneficiarios/as

4.978 mujeres y 6.096 hombres rurales de las 244 organizaciones agrícolas, pertenecientes a 28 cooperativas de 4 departamentos de la región de Maradí.  

Sectores de actuación