
Lugar: Reino de Marruecos, región Tánger-Tetuán-Alhucemas, zonas rurales de la provincia de Tánger.
Inicio: 15 de marzo de 2024
Duración: 2 años (24 meses)
Co-financiador: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)
Socio local: Asociación DARNA y UNFM Tánger
Contexto
Marruecos está en plena transformación económica, social y política. Las recientes reformas sociales se enmarcan en el Nuevo Modelo de Desarrollo, que entre otros puntos aspira a: fortalecer el compromiso a la igualdad de mujeres-hombres, la preservación del medio ambiente y de los recursos naturales, la valorización del capital humano y de la diversidad sociolingüística. El desempleo y la desigualdad merman el horizonte de oportunidades de los/as jóvenes marroquíes (16-24 años), que representan el 18% de la población total (NNUU, 2021). Las repercusiones de la pandemia COVID-19 y las crisis energéticas, alimentaria y de otros suministros provocadas por la guerra en Ucrania han creado incertidumbre sobre el futuro de la juventud, sobre todo de la más vulnerable. El desempleo juvenil, el abandono del proceso formativo o la emigración – bien sea precaria o la denominada fuga de cerebros – son algunas de las lacras que coartan las posibilidades de desarrollo. El progresivo deterioro de los niveles de vida de la población asentada en áreas marginadas ha subrayado las desigualdades educativas, formativas y de acceso a la sanidad (DDHH fundamentales) y ha erosionado aún más el espacio democrático y cívico, minando la resiliencia de la población más joven frente a la pobreza extrema, la desigualdad y la injusticia.
En este escenario, el riesgo de adoctrinamiento es muy alto para los jóvenes que sufren de soledad social, confusión moral y exclusión socioeconómica. Según la delegación de UNICEF en Marruecos, cada año alrededor de 331.000 menores (5,3% del total) abandonan el sistema escolar, 2,9% en primaria y 7,4% secundaria.
Si bien el acceso a una educación y capacitación de calidad aumenta un 30% las posibilidades de autonomía económica de jóvenes (OECD, 2020), existen otras dificultades que obstaculizan su empoderamiento, comenzando por el desempleo a largo plazo, reflejo del desajuste entre las habilidades adquiridas y las expectativas del mercado laboral.
Así, la juventud marroquí ha sido en gran medida excluida del desarrollo social y crecimiento económico durante la última década, lo que la ha conducido a una situación de marginación. Resolver los problemas que afronta la juventud en el país se ha erigido como el gran desafío pendiente y expertos/as en prevención del extremismo violento (PEV) insisten que la clave para disminuir el impacto de la marginalidad y la radicalización violenta consiste en aumentar la resiliencia y la autonomía económica de los jóvenes para convertirlos en agentes activos en la sociedad.
Objetivo
Contribuir a una agricultura generadora de empleo para la inclusión socioeconómica de jóvenes e impulsar la formación y empleabilidad a través de la innovación agrícola y ambiental.
El proyecto
PROJEUNE se centra en la juventud del medio rural como agente de cambio protagonista para contribuir al desarrollo rural sostenible en el norte de Marruecos, impulsando el crecimiento económico, la igualdad de género y la innovación tecnológica agrícola.
Alineado con los ejes de desarrollo sostenible y de fortalecimiento del capital humano establecidos en la Estrategia Nacional de Desarrollo del Espacio Rural y las Zonas de Montaña (en particular la estrategia Generación Green 2020-2030) del gobierno marroquí, el proyecto se articula en torno a 3 líneas de acción:
– Poner en marcha un centro de experimentación y formación para la innovación agrícola y ambiental.
– Fortalecer las capacidades técnicas de los jóvenes para la innovación en el sector agrícola y ambiental.
– Promover el empleo digno y emprendimiento de jóvenes de zonas rurales.
Beneficiarios/as
500 jóvenes residentes en zonas rurales marginales del norte de Marruecos.
